Doble Dee – El testamento

Antes de comenzar a hablar de este trabajo quisiera imaginar la manera en la cual me expresaría de él en diferentes situaciones. Por ejemplo, si tuviera que recomendarlo cuando ni siquiera lo he escuchado probablemente empezaría por enlistar un montón de datos innecesarios, insípidos y que dejaran notar mi conocimiento superficial del tema, por ejemplo hablaría de que el autor viene de Naucalpan sin dejar de mencionar el Estado de México, diría que es parte de cierto grupo llamado Hoop p, me aventuraría a decir que es un fuerte referente del rap o cosas por el estilo.

Si quisiera escribir algo por el hecho de escribir solamente y no perderme la oportunidad de formar parte del frenesí de propaganda que se suscita en las redes pues probablemente usaría palabras ridículas como “rap mexa”, “rap de calle”, “barras sucias” o “rompe cuellos”, sin mencionar que no perdería la oportunidad de usar el clásico “cuenta con colaboraciones de”, y quizá solo para darle el toque final de estilo terminaría con una analogía como “Esta mierda fluye como tocino arriba de mantequilla” (jajajaja, lo peor es que esto último en verdad pasó).

Afortunadamente no hablo de algo que no haya escuchado con detenimiento y gusto (que es lo principal) ni tampoco pretendo atraer un público más amplio o ser partícipe de la lluvia de opiniones de los múltiples “medios especializados”. Escribo con el único fin de entablar una conversación de rap con personas que disfruten de este y lo comprendan como algo más trascendente que solamente escuchar música.

Lo que puedo resaltar de “El testamento” es en sí lo que representa dentro de una masa de escuchas indistinguiblemente variada.

Es una idea generalizada que escuchamos música porque nos sentimos identificados con las letras o porque describe parte de nosotros, por lo menos en México y dentro del rap específicamente pareciera ser general, pero contrario a eso debo decir que la música tiene la capacidad de adaptarse y transportar ideas entre personas, no necesariamente debe tener una relación directa con quien la escucha. El trabajo que Double Dee acaba de publicar cumple precisamente esa función; es capaz de llevar vivencias y un conglomerado de ideas a toda persona que tenga los oídos dispuestos a dejarse llevar por algo ajeno a ella. Logra crear una atmosfera en la cual se hace tangible el mundo encerrado en las palabras de cada tema y que se muestra a nosotros, logra inmiscuir a quien lo escucha en un estado tenue y elegantemente obscuro.

No comparto la opinión de que este trabajo es solamente otro “rap de calle”, no me parece siquiera que deba describirse usando términos tan comunes del lenguaje. El disco es sutil en cuanto a los ritmos, hace pequeños guiños a tracks de soul y jazz mientras introduce beats más experimentales y los ensambla perfectamente. Definitivamente “El testamento” no es para todos, pero tiene esa trascendencia para quien se preste a escucharlo a oídos abiertos.

1. Barras y Cortes

2. El Lingo

3. Strugglin'

4. Humo

5. Feria, Varo , Pe$o

6. Sueños

7. Chill

8. R. R. R.

9. Rap Fitness

10. Noche

11. Tragos

12. underated

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*Los archivos estan en MPEG-4 a 259 kbps para disfrutarlos con un audio de calidad.

Enfrenta a la innovación, escucha un disco como si fuera de verdad.

Entre el disco compacto y el mp3 existe una matizada transición; la cual, caracterizada por una incisiva introducción de  la tecnología, significó una metamorfosis silenciosa de nuestros hábitos, la manera de recibir información, la forma de comunicarnos y también la manera de percibir la música.

Para no caer en una ambigüedad partiremos del año 2000, en ese entonces existía una gran apreciación por los discos compactos, caminábamos con dos o tres discos en la mochila o uno solo en el discman, recorríamos una y otra vez las pistas de los disco que poco a poco íbamos consiguiendo y a la par de esto entrelazábamos la música con momentos exactos de nuestra vida. La limitada gama de música que podíamos transportar en formatos de este tipo se compensaba con el detenimiento con el que analizábamos cada trabajo, el cual conocíamos en un viaje solitario hasta hacerlo parte de nosotros.

Al irrumpir la tecnología, llegaron los cambios. Uno de los más notables fue el crecimiento innegable e inimaginable de la gama de música que traíamos con nosotros, ahora podías portar un sinfín de canciones en tu reproductor. Al principio, como cualquier persona de hábitos, continuábamos escuchando esos grandes trabajos como un todo, analizando y tratando de entenderlo por completo como si de un libro se tratara, pero después nos dimos cuenta que se podía prescindir de algunos archivos, borrarlos fácilmente, pasar entre pistas innumerables veces hasta encontrar una familiar. La consecuencia, ya en años más cercanos, fue quedarnos con lo que nos gustaba solamente hasta derivar en escuchar solo las pistas más pegajosas o lo que nos recomendaban diferentes medios, entre amigos, reviews y sugerencias de YouTube.

Al terminar esta cadena de acontecimientos fuimos poco a poco dejando de lado la manera en la que “consumíamos” música; nos limitamos a un conocimiento superficial de la misma. Ya podíamos encontrarnos con verdaderos “amantes de la música” que vanagloriaban a un artista y del cual solo conocían la insólita e inmensa cantidad de tres o cuatro tracks. Esto no es malo, saber qué te gusta y quedarte con ello, pero en el proceso nos quedamos sin una parte muy importante; la que nos daba el criterio, la que nos ayudaba a tener puntos de comparación y la que a su vez sentaba las bases para distinguir la calidad del oportunista tema pegajoso.

Después de lo anterior quizá no sea sorpresa que quienes creaban la música decidieran a su vez, al ver la frivolidad inminente, cambiar también. Muchos optaron por hacer trabajos con ese tipo de producto más manejable y atractivo para unos nuevos oídos: los que buscaban la prontitud de un tema pegadizo. Así preocupaciones como la temática de un disco, los matices de un trabajo pensado como un todo o con órganos autofuncionales que se complementaran quedaron de lado.

A pesar de todo este cambio muchos de los que escuchamos música queremos aún  exigir calidad como la de antes, discos clásicos como los que se hacían antaño, en esos tiempos dorados. Pero ¿Nos ponemos a pensar que debimos también escuchar la música de otra forma? ¿Apreciarla como lo que es? O peor aún, resulta contradictorio que muchas de las exigencias a la escena de rap en México ya están plasmadas en trabajos verdaderamente interesantes pero que tristemente han pasado desapercibidas a nuestros oídos.

Ahora bien, y he aquí la adopción del título que al principio puede parecer insípido: para mejorar lo que dentro la música germina poco a poco y darle la calidad que creemos merece debemos pensar en apreciar de manera diferente algo que tomamos ya como un producto desechable, debemos brindarle la atención a lo que nos emociona como en esa época dorada. Debemos explorar el disco como en aquellos viejos discman. “Debemos escuchar un disco como si fuera de verdad”.

Monsieur Eone – French Cuisine – Beat tape #1

Pueden darse cuenta que últimamente no ha sido muy recurrente mi aparición por este lugar, me disculpo ya que muchas veces la carga de trabajo y deberes personales pueden hacer que uno pierda el hilo de las cosas que le gusta hacer. Para este inicio de año quisiera dar un poco de volatilidad al blog así que a partir de ahora y cada semana postearé un beat tape que haya estado escuchando precisamente en esa semana con algunas impresiones mías pero sin falta.

Pienso que los beats son parte importante de esta vorágine que es nuestra cultura ya que logran darnos un respiro cuando uno se satura de letras, temáticas y flows. Aclaro que para esta sección del “Beat Tape de la semana” no distinguiré procedencia alguna de los trabajos ya que creo que la instrumentación musical es un idioma universal y no veo necesario limitarla solo a Iberoamérica.

Bueno sin más preámbulo dejaré un buen material que llegó de Montpellier, París que peculiarmente ha estado sonando en mis audífonos. Me gustó porque me da un aire clásico peculiar con un acabado en la producción que deja satisfecho a un oído poco complaciente. Si quieres escuchar más de este buen músico puedes entrar a su Souncloud.

Bueno muchos saludos y nos veremos en el próximo post o la siguiente semana con el posterior beat tape.

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R･2 - R-Two

Puedo considerar este como uno de  los discos con temáticas de rap que más impacto tuvo en los gustos que desarrollaría posteriormente. En un principio un tape contenía los tracks de, hasta ese momento, alguien desconocido para mí. Con ritmos totalmente diferentes al pop que sonaba en esos gastados noventa, pude notar como unas baterías que caían matemáticamente sobre bajos obscuros, que podían llegar a ser hasta de música disco, fueron dando forma al soundtrack de una juventud inquieta.

Justamente en la era de los B-Boys a mediados de los noventa en Puerto Rico es que este Arturo Torres, daba voz y cuerpo a uno de los movimientos que sería la energía que llenaría de movimiento a Latinoamérica y que ya lo hacía con el resto del mundo. Sin saberlo estaba escuchando los principios de un rapper con un flow inconfundible desde ese momento hasta participar en el rap junto a Randy Acosta o Yallzee y dejarnos a la espera de un trabajo pendiente del grupo Fuego Universal.

En los 10 temas que componen R – Two podía escuchar letras que trataban sobre cosas que podían ver en la calle, que se entrelazaban con sucesos cotidianos y que eran descritos con un lenguaje que podía ser entendido por cualquier persona. Más que un nostálgico recuerdo  este trabajo representa una fotografía inamovible de lo que antes del año 2000 sucedía con esto que ahora hemos llegado a amar.

1.    Todos En La Disco

2.    Te Tengo En La Mira

3.    Atracción Fatal

4.    Comunicación

5.    Apocalipsis

6.    Mis Adidas

7.    La Velocidad De La Vida

8.    Como Un Loco

9.    Dancing To The Beat

10. R-Two Mega Mix

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Lamentablemente no encontré algún video de este trabajo pero me parece bien usar el siguiente de referencia:
  

Nota: También puede notarse que detrás quien pone los beats es Yallzee.

Nota 2: Es interesante como puede el contexto cambiar la manera en la que se muestra un artista. Curiosamente este trabajo no es del completo agrado de R-Two ya que la disquera con la que se desarrollaba el trabajo no fue honesta en muchos aspectos, las canciones nunca fueron terminadas y los ritmos no eran lo que en un principio buscaba Artu. Finalmente el disco fue lanzado en Latinoamericano y EU sin que él recibiera un solo centavo y todo ello tuvo que pasar tan solo para que estos tracks llegaran a nuestros oídos. Sin duda vale la pena analizar el contexto.     

Modelos de negocio, el auge de una escena y la convicción de tener una falsa idea del apoyo.

Es difícil creer que ahora nuestra “escena de rap en México” (si puede catalogarse de esa manera) se base más en popularidad, en likes, en lo que una mayoría dice o en conceptos banales que poco tenían que ver con el rap hace tiempo, pero en fin, ahora me gustaría hablar de la manera en la que se piensa que funciona o que está configurada la “cultura musical” del consumista de rap, porque al parecer algunos ahora así lo observan.

De manera general quisiera tocar el tema que ha sido un poco recurrente estos últimos días; la compra de discos contra las descargas digitales.

El tema no me había causado conflicto alguno hasta el momento en que surgió la palabra “piratería”, ¡PIRATERÍA!

Debemos aprender algunos principios básicos antes de sentirnos culpables por compartir un disco y pensar que en todo momento dañamos la carrera de un artista, jugamos con la fuente de ingresos de alguien o simplemente asesinamos una cultura. ¿En serio se daña toda una cultura? ¿En serio se perjudica a la cultura difundiéndola, compartiéndola con personas que jamás se hubieran dado el tiempo de escuchar y mucho menos de comprar algo relacionado a ella, o incluso dándole mayor difusión a un artista?

Hace algún tiempo no había tantos medios para conseguir rap y se grababan cassettes con bolitas de papel en las fisuras superiores con las canciones que salían en los pocos programas decentes que difundía rap, hace algo de tiempo tenías que recorrer mercados y tianguis en busca de alguna persona que tuviese discos, grabados por él mismo, de artistas de rap en ese momento, y que de hecho le era lucrativo ya que pagabas una módica cantidad de entre quince y veinte pesitos. Jamás me ha gustado el término pero me parece que eso era lo que llaman “piratería”. Ahora bien, de acuerdo a lo que algunas personas sostienen; la piratería y ese tipo de prácticas perjudican al artistas y frenan el avance de la escena, mi pregunta es entonces ¿Por qué la cultura siguió avanzando? ¿Cómo fue que gracias a eso muchas más personas pudieron escuchar rap? ¿Cómo es que gracias a todas esas personas, que eran melómanos en ese tiempo y que ahora son “parásitos musicales”, la cultura pudo desplazarse a más lugares? ¿Cómo es que gracias a la difusión sin trabas es que muchos artistas en Latinoamérica han podido visitar diferentes países y tocar lo que les gusta?

Seamos empáticos, quizá estamos viendo de una manera muy egoísta el asunto, quizá simplemente queremos todo gratis y no estamos en pro de la música, y le damos en la madre al rap si no ”compramos discos”, pero entonces ¿Por qué en México pareciera que el rap va mejorando?¿Cómo es que compartiendo un disco y siendo un parásito la gente comienza a escuchar más rap, le emociona de nuevo darle play a bum baps y versos que hablan de romper estatutos económicos y sociales, o que nos dejan dar ese respiro de libertad individual dentro de nuestra cotidianeidad?

Por lo menos en los últimos años en México la mayoría de los mejores discos de rap nacional han sido gratuitos y no creo que para sus autores el hecho de ponerlos en descarga gratuita les haya amargado la sensación de satisfacción que tuvieron al hacer cada track. Y puedo decir que para las personas que disfrutamos el rap, estos discos que en su momento fueron gratuitos son de los que más deseamos obtener físicamente como un vínculo de lo que nos produjeron al escucharlos, quizá no sea pertinente hacer mención de esas peculiaridades ya que la mayoría sabemos cuáles son, pero puedo decir que nos hicieron vivir nuestra vida de mendigos con actitud de rey dentro de nuestros días y noches en el infierno, retomar nuestros estados mentales como en el 99, sentir los golpes del plomo, saborear la venganza de nuestros traumas, sentir que cada beat se llamaba como nosotros y que esas baterías sufrían elefantiasis. (Y esos son solo algunas menciones sin hablar del rap en toda Latinoamérica).

Hablar de los prejuicios que causa a un artista el compartir su música en lugar de comprarlos es ver de una manera muy simple un tema con implicaciones mucho mayores. Incluso hablarlo estando dentro del ambiente que analizamos puede hacernos perder un poco la objetividad.

Las opiniones vertidas aquí fueron engendradas hace tiempo mayormente por la lectura de un excelente libro del Abogado David Bravo Bueno llamado Copia este Libro. Y por supuesto si lo quieres descargar aquí mismo dale click.

Y aquí unos pequeños videos donde puede entenderse mejor esta postura de las descargas digitales y la “cultura errónea” de quienes escuchamos música.

En este me agrada un poco más el debate.

Ahora que si se cree que no se puede combatir a la “piratería” y que es algo que daña a nuestra cultura también puedes checar esto de abajo, en especial me encanta una pequeña frase al principio "inmunidad a la piratería" (da igual el artista el contexto es comparable a muchos entornos), así quizá la próxima vez podamos ser honestos con nosotros mismos y no sentirnos culpables por ser piratas, parásitos y asesinar una cultura.

871 Crew - Osuk Ep

871 Crew, ¿Qué decir de ellos? Al escuchar su música me viene a la mente un peculiar personaje de Mortal Kombat: Sub-Zero. La historia de este guerrero es interesante; dentro del universo en el que vive, en el cual se decide el destino de la Tierra con peleas de seres sobrenaturales, él obtienen sus técnicas con base en el entrenamiento del Clan Lin kuei, quienes lo crían desde un principio. Los Lin kuei amaban la destrucción, buscaban ser más fuertes y devastadores, en cierto punto olvidan sus principios morales y deciden comenzar a automatizar a sus guerreros, volverlos “sirvientes cibernéticos” y crear así seres con una capacidad de destrucción inmenso. Esto obliga  a Sub-Zero a huir, comenzando así un viaje solitario de crecimiento espiritual que lo lleva a descubrir sus orígenes y encontrarse con su esencia hasta convertirse en un guerrero mítico con el conocimiento y el entrenamiento necesarios para ser considerado un enemigo que nadie se tomaría a la ligera. Adentrémonos ahora al rap:

En el año 2012 sale esta maravilla de disco, que nada pedía al rap que se hacía en ese momento, este crew que prefirió alejarse de los lugares comunes, de temáticas y estilos gastados en el rap, creó sus técnicas con base en lo que había aprendido, pero con el desarrollo que solo un viaje solitario alejado de una ridícula escena podría nutrir. Con ese comienzo escalaron y recorrieron el camino del rap sin poder evitar que cada paso fuese notorio, durante su viaje de “autodidaktos” y “días oscuros”, de “under perros”, de vivir las “historias de un hombre”, de seguir “rompiendo kráneos” con un “Golden Style” y creándose una “mala fama”.

El “Osuk ep” es un escenario más del largo recorrido de los 871, que nos da una pequeña demostración de las habilidades que han adquirido con base en el entrenamiento y dedicación, de este viaje alejados de ser los “sirvientes cibernéticos”, quienes retomarán los mismos principios del hip hop para desmembrar su esencia las veces que sea necesario. 

1. Fuego

2. Homeopatía

3. OSUK

4. Electric Ride

5. Soledad al Óleo

6. Puta Inspiración

7. I am not a Role Model

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Sadika - Por los Túneles

Dentro de los pequeños círculos en los cuales se divide el rap, en cada país y región de Iberoamérica, podemos notar una constante, que bien puede ser una iniciativa de inclusión o un nefasto deseo de competir por competir: el rap dividido en géneros.

Para comenzar debería decir que me parece muy estúpida la idea de pensar en dividir esta música en rap de hombres o mujeres, además de hablar de femcees y de tonterías de este tipo.

El rap por naturaleza no tiene género alguno, las vivencias de cada individuo difieren dependiendo de su situación geográfica y entorno, el cual puede relatarse de igual manera por quien sea. Sin distinción alguna.

Reducir de manera tan paupérrima y simplista a un género en el cual se destaca precisamente lo diverso que puede ser es una tontería. ¿Acaso por ser un hombre haciendo rap ya se es bueno? ¿El hecho de que una mujer lo haga significa que se debe ser menos exigente?  La respuesta es precisamente no, las mujeres pueden hacerlo al mismo nivel, en la misma categoría y con un lenguaje fluido y actitud volátil sobre un beat monstruoso. (Esto ni siquiera debería de ser reafirmado ya que muchas voces lo demuestran).

Dicho lo anterior debo hablar de un disco en específico, de 2013. Al buscar información sobre él leía cosas como “una excelente femcee chilena”, “una mc femenina”, en algunos casos ni siquiera leía algo, solamente se resaltaba el hecho de que “una rapera” salía a la luz.

Creo que más que el habitante de un país, más allá de un lenguaje o un género, la música y el rap en específico sirven para que el ser mismo pueda volcar sus inquietudes sobre notas duras y sucias.

“Por los túneles” es el título de este excelente trabajo, en él puede notarse como se disfruta de cantar sobre un beat y romperlo por la mitad clavándole palabras precisas.

Sadika definitivamente logra contagiar ese gusto que imprime en cada canción, y dejar en claro por qué el rap es de quien tenga el valor de tomarlo y hacerlo suyo, tan cercano a uno que puede confundirse con la propia esencia de un individuo, de un ente perdido y encontrado por sí mismo entre materia e idea.

1.    Intro (Beat Mezik+ Dj Seeall) 

2.    Todo y nada (Beat crasek+Dj Seeall) 

3.    Discreta (Beat Mezik)

4.    Su Derrota (Beat Crasek+Dj Seeall)

5.    Luz Propia (Beat Mezik)

6.    Mi  Verdad (Beat Crasek+Dj Seeall)

7.    Antes convicción (Beat Mezik + Dj Seeall) 

8.    Interludio (Ctn&Diegoatse) 

9.    Por Los Túneles (Beat Crasek)

10. Invisible (Beat Mezik)

11. Perfume Azul (Beat rasek + Dj Bome)

12. Ya no quiero (BeatMezik+ Dj Seeall)

13. Free (Beat Crase+Dj Seeall)

14. Yo sólo quiero rapear (Beat Crasek+Dj Seeall) 

15. Métrica Cuántica (Mezik Beat+ Dj Rockin)

16. Horas en mi contra (Beat Crasek) 

17. Outro (Beat Crasek) 

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Nota del video: este track fue lo primero que escuché del material de Sadika.

En general no suelo poner dos videos pero me llamó la atención el estilo que tiene este, resaltable la manera en la que se puede contar una historia y hacerla ocilar entre la ficción y la realidad, es hacer al observador parte de la historia.

Mustafa Yoda - Cuentos de Chicos Para Grandes

Tiempo presente; nuestra generación ha visto el transgredir de una cultura en los oídos y el vivir diario a lo largo y ancho de continentes, sin respetar fronteras, sin solicitar razón al idioma ni pedir más instrumentos que la dedicación.

Es evidente la profundidad con la que el hip hop ha penetrado en nuestras vidas, ha adoptado paulatinamente elementos de los distintos lugares en los que fluye, cual rio caudaloso.

A pesar de ese crecimiento y desarrollo, también ha perdido un poco de su esencia, ha comenzado a estandarizarse en cierta medida; a dejar de ser ese ritmo que ruge sin compás acompañado crudamente con baterías duras que salen de bocinas que retumban al momento.

Cierta parte de esta decadencia (que no hablo de la escena en general, sino de ciertos segmentos) es representada por ritmos mediocres y aburridos, beats 4x4 donde la batería es un “kick – hat – snare” repetitivo con un sample ligero que da atmósfera y que a veces es acompañada por un sintetizador. ¿De verdad eso es el rap? ¿Esa es la “evolución” que ha estado gestando nuestra cultura? ¿Qué pasa con esas baterías tomadas de discos viejos, donde sonaban descontroladamente platillos,  toms, bombos, cajas y contratiempos sin respeto por los compases? ¿Qué pasa con los sonidos rasposos de música tan vieja que estaba casi borrándose por los estragos del tiempo? ¿Qué pasa con los ritmos que buscaban ser únicos, irrepetibles y ofensivos?

Tristemente muchos podrán decir que esto ya se perdió y que ahora la música se crea de otra manera, que los estándares son actuales y que el sonido “experimental” es lo que está generando el avance de nuestra amada música. Por fortuna para los escuchas de rap, los seguidores del hip hop, los amantes de esta cultura que dan todo por ella, eso importa muy poco.

En Latinoamérica seguimos teniendo músicos/poetas/danzantes/artistas a los cuales les importan muy poco los estándares, que continúan haciendo música con los órganos internos sin recurrir a su sentido de la cordura o encasillarse en un molde de lo que “está bien hecho”.

Una muestra clara de ello nos la da Mustafá Yoda. “Cuentos de chicos para grandes” es un exquisito disco donde las baterías no suenan una igual a la otra , donde los drums no siempre tienen que encajar en los compases, donde la letras son irreverentes y hablan desde el punto de vista de quien las canta: un habitante del extremos sur del continente americano, un sobreviviente de las contradicciones de la organización republicana de su país y de las opiniones de los sectores que no están arriba en un lugar que supuestamente tiene uno de los índices más altos de desarrollo humano, renta per cápita y calidad de vida según el banco mundial.

Esto representa “Cuentos de chicos para grandes”, un disco excéntrico y sin preocupaciones, al final llena un espacio definido para músicos como Dj Manuvers y Mustafá Yoda.

Sudamétrica rap de otra galaxia!

1. Intro

2. Mi vida MC

3. Murcielago

4. Dicen

5. Diganme

6. Disparates

7. Babylon

8. Hip hop en shock

9. Mafia under

10. Nada

11. Sincero contu cenicero

12. JP 1 en vextaticano

13. Trabo cerebros

14. Envidia es amor

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Geniouz Block - Geniouz Block EP

2010 no estaba preparado para el momento en que Yoga Fire, Ao y Frank PTM decidieron trabajar jun tos en un mecánico y futurista trabajo, que sin duda se encontraba adelantado a su momento.

Escuchar el EP de Geniouz Block es como encontrarse con un soundtrack alterno de  Stephen King's The Lawnmower Man o como para remontarnos a una ilustración de Klaus Bürgle.

El EP se caracteriza por sonido ácido acompañado de rapeos con una estructura más trabajada y bien entrelazada con el ambiente  “virtual - espacial” (esto lo digo por la película a la que acabo de hacer mención) es lo que compone  este trabajo que sin duda muestra su calidad a la primer escucha.

Es inevitable hacer comparaciones y mencionar el ambiente a la H.R. Giger o la actitud a la Rosso Sangue Anthropophagus  en combinación con Altered Species, todo ello desarrollándose sobre un escenario de  Galaxy of Terror.

Sin duda las cosas han cambiado dentro del rap y ahora podemos apreciar de mejor manera un trabajo que continúe con esta temática y que nos pueda remover de nuevo esos puntos sensoriales que rara vez se tocan en el hip hop.

01. Triangle

02. III

03. 4MWLA

04. I’m Yoga (Frank You Remix)

05. Jezuss da First (Obey Frank Mix)

06. Faster N Disaster (Pranked n Disaster Mix)

07. Todo bien

08. Dark

09. Grey

10. I’m Jezuss (Frankokmputah Mix)

11. Our gang total Mix

12. I’m Yoga (Mariwan Mix)

13. Soul N Moon Master

14. faster N Disaster

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